jueves, 14 de enero de 2010

Inerte




Derramo la mirada en la grandeza del pensamiento,


percibo el retumbar reservado de mi corazón fatigado.

Guerreo en cruzadas místicas,

no logro victorias que consuelen mi anhelo de amar.

Mortalmente herido por saetas envenenadas con olvido,

yace mi cuerpo ensangrentado de tristeza,

sumergido en lodo de melancolía.

Mi pecho deformado busca afanosamente respiro,

que devuelva la vida a mi encierro.

Perdido en la soledad desierta de mi vida,

la agonía secuestra mi espíritu y lastima mi alma.

No hay futuro en esta realidad

muero lentamente, desolado en lamentos.


5 comentarios:

Alicia Abatilli dijo...

Lamentos que se harán vida, no mueras, la grandeza del pensamiento te llevará a la alegría.
Un abrazo
Alicia

lunilla dijo...

Tu poesía cala hondo, abrazos
Blue

Elizabeth dijo...

Otra vibrante entrega, de un transparente escribidor. Un fuerte abrazo, buen amigo.

Aglaia... dijo...

Soledad que anadie agrada y a todos nos hace compan~ia por trayectos que figuran como los mas largos.
El tiempo pasa.
Nos acostumbramos.
Lo superamos.
Continuamos.
Y volvemos a vivir.

Besos,

Lisandro dijo...

Mi amigo si no fuera por tu presencia en mi blog yo no te habria hallado agardacido estoy de encontrarte porque la verdad vale la pena leerte y ser tu seguidor, eres exelente poeta!!! volveré!!